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Preguntas importantes antes de dejar de fumar


¿Quieres dejar de fumar?

Es básico que, de entrada, te hagas esta pregunta y la contestes honestamente.

Si la respuesta es NO puedes seguir leyendo por curiosidad, para informarte o por si en algún momento decides dejarlo. Con todo, este y los siguientes artículos van dirigidos a los que habéis contestado Sí, con todos vuestros “peros” y vuestros “aunques”.

Te propongo que escuches todos los “peros” que surgen en tu pensamiento y los apuntes, más adelante voy a referirme a ellos y va a serte muy útil ponerlos por escrito. No los juzgues o escondas simplemente date cuenta que hay algunas dudas, condicionamientos o ideas de cómo es dejar de fumar, que obstaculizan tu decisión o hacen que la pospongas.

¿Por qué crees que necesitas fumar?

Como bien sabes vemos el mundo y lo entendemos del color con que lo tiñen nuestras creencias. Nos han condicionado desde el nacimiento a percibir e interpretar lo que nos rodea de una determinada manera, aunque rara vez nos damos cuenta de ello. Esto es porque cargamos una serie de creencias que nos limitan, es como si lleváramos puestas unas lentillas, que nos hacen ver el mundo de una determinada forma.

Con el tabaco pasa lo mismo… multitud de mensajes del entorno (publicidad, cine, otras personas…) nos han trasmitido una serie de ideas sobre el tabaco que han ido directamente al inconsciente. Recuerda por ejemplo las veces que has visto en el cine un personaje fumando como si fuera la fuente de máximo placer, o pedir un cigarrillo como último deseo antes de morir…. Y ¡claro! creemos que dejar el tabaco es dejar una fuente de placer. Pero la realidad puede ser muy diferente si visualizas cada uno de los elementos que entran en tu organismo con cada supuesta “calada de placer” o te preguntas si es agradable el olor que desprendes después de fumar, o si realmente te gusta el sabor del tabaco.

Hay otras creencias relacionadas con fumar que tienen que ver con el aburrimiento, la relajación, la vida social, la concentración, el momento adecuado para dejarlo…. ¿Alguna te suena? La más generalizada, y que menos fundamento científico tiene, es la de que: fumar relaja. De hecho muchos hemos empezado a fumar o incrementado el consumo creyendo que con ello combatíamos el estrés…. Nada más falso y puedes encontrar diversos estudios que lo demuestran.

Son muchas las creencias que tenemos en relación al tabaco y al hecho de fumar. Lo interesante es que descubras las tuyas y entiendas que son tan solo eso, creencias, y que encuentres tu propia realidad, tu percepción verdadera y no condicionada del tabaco. Te sugiero que en este momento apuntes las que reconoces en ti y las compares con los “peros” que apuntaste y que acompañan a tu “SI quiero dejar de fumar”. ¿Ves alguna relación entre ellas?

¿Por qué dejarlo?

Es básico encontrar una motivación que sea efectiva. Otra vez intentaré no caer en generalizaciones para invitarte a encontrar una razón para dejar de fumar, porque tener una razón real y poderosa será el timón que guiará y sostendrá el proceso.

Sobre las razones para dejar la adicción a la nicotina, o cualquier otra adicción, he de decir que las más usadas y evidentes no siempre son efectivas ¿Por qué? Simplemente porque contradicen alguna de las creencias de que hemos hablado. Imagínate que eres un ordenador, un androide que tiene un programa base, un programa que ha sido cargado con una finalidad y que automáticamente invalida cualquier orden proveniente de otro programa cargado posteriormente. Así es como funcionan las creencias inconscientes, invalidando cualquier idea o pensamiento por muy razonable que nos parezca. Por eso no es fácil encontrar tu razón para dejar de fumar.

Un claro ejemplo de lo que estoy diciendo es el poco o nulo efecto que surten los mensajes alarmistas de las cajetillas. Si yo en el fondo tengo la creencia de que el tabaco me hace feliz, no puedo entender que me mate, esa afirmación entra en contradicción con mi creencia… y pienso que a mí no me puede matar algo que me hace feliz.

Sin embargo la salud es la razón fundamental para dejar de fumar, aunque no sea efectiva para sostener el proceso. Mi padre fue languirotomizado, solo quien ha padecido el cáncer de laringe o lo ha vivido en alguien cercano sabe lo que es y el sufrimiento que conlleva. Varios familiares de enfermos de la planta dijeron que a partir de ese momento no fumaban más. Es cierto una experiencia de ese tipo, y en especial de un ser querido, te puede romper creencias y provocar que dejes de fumar en ese mismo instante, pero si no está bien anclada volverás a recaer.

En otros casos ni siquiera desencadena la acción, como máximo suele aparecer por la mente la famosa frase: “tengo que dejarlo”. Ese fue mi caso: en los 40 años que he sido fumadora el tema de la salud parecía no ir conmigo, no podía creer, contradiciendo a todas las leyes genéticas, que lo que le estaba pasando a mi padre me podía pasar a mí.

¿Cómo pude llegar a pensar de una manera tan poco científica? Porque la creencia principal que me mantenía adicta a la nicotina era la de que el tabaco era mi fuente privada de placer, la solución a mis momentos de ansiedad y no podía a renunciar a ella, era cuestión de supervivencia (el programa base de la computadora). Pero claro eso solo no bastaba, si te mueres no hay placer que valga. Así que mi inconsciente recurrió a la anclada e infantil fantasía de que la muerte no va conmigo y que la enfermedad es siempre la realidad de otros. Ante estas arraigadas creencias y ayudada por la fantasía e inmortalidad, los conocimientos científicos y la razón caen desplomados.

Ahora que ya no soy fumadora y que no estoy bajo los efectos de la adicción, puedo ver con claridad la ridiculez de estas creencias y entiendo cómo se ha visto y puede verse afectada mi salud, sinceramente siento que he estado jugando a la ruleta rusa.

Acompañando a otros en su proceso para deshacerse de la adicción, he entendido que la razón, la motivación, que sostiene la decisión es tan variada como fumadores hay. Si la “razón” que te impulsa a dejar el tabaco es el olor, el color de los dientes o el dinero que te ahorras, adelante con ella, quiere decir que para ti es algo realmente importante en este momento. No importa lo banal que le pueda parecer a tu razón, si sientes que realmente te conmueve, te hace vibrar tiene el poder de contrarrestar las creencias que te han llevado a fumar. Encuentra la tuya.

¿Soy capaz de dejarlo?

Otra pregunta que no tengo que invitar a que te hagas, porque surge de forma espontánea más o menos consciente. Aquí encontramos una importante creencia limitante que he observado en casi todos los que confiesan querer dejarlo y muchas veces inconsciente en los que dicen no querer hacerlo. Es un creencia en la que se ponen en duda la propias capacidades, fundamentada o no en experiencias anteriores, y se busca la solución fuera de uno mismo.

Te aseguro que no hay nadie que no sea capaz de no coger un cigarrillo y tú no eres un excepción. Te hablo de un cigarrillo solo, porque dejar de fumar es eso, es no encender este cigarrillo que ahora piensas fumarte… el de después no existe en este preciso instante.

Desde mi forma de entender el ser humano todos y cada uno de nosotros tenemos la capacidad de conseguir lo que nos proponemos. Eso es así si buscamos los recursos en nosotros mismos y no la solución mágica a nuestros problemas. Por ejemplo ¿cuantas veces has soñado en que te toque la lotería para solucionar tus problemas económicos o conseguir tus propósitos? ¿no sería más realista ver tu situación económica desde los recursos que tienes y los que puedes conseguir con un poco de imaginación? La diferencia de estas dos preguntas es que una busca la solución fuera y la otra desde ti mismo.

Con el propósito de dejar de fumar pasa exactamente igual, si ahora eres capaz de no encender un cigarrillo dentro de un rato también lo serás. Y entonces ¿por qué no te das cuenta de ello?

Por dos razones fundamentales, la primera porque estás imaginando el futuro desde tu creencia de que dejar de fumar es difícil, aunque no has comprobado si realmente lo es.

Y la otra razón y fundamental es que buscas la solución fuera de ti en forma de tratamiento, parche o momento adecuado. No has encontrado tus propios recursos, no sabes, todavía, de lo que eres capaz. Por eso te digo muy sinceramente: desconfía de quien te ofrezca soluciones mágicas, es buscar fuera de ti mismo. Es diferente buscar la ayuda de un profesional para que te dé la píldora o la terapia milagrosa o buscarlo para que te ayude a descubrir los recursos que posees, para dejar de fumar o, en definitiva, para conseguir lo que te propongas.

La ventaja de dejar de fumar con el método que te propongo es que te vas ha a hacer consciente de tus potencialidades y recursos. Vas a saber de lo que eres capaz.

¿Puedo dejarlo solo sin ayuda de un terapeuta?

Sí claro que sí, seguro que conoces a alguien que lo ha hecho de esta manera. O quizá este artículo te ha dado las claves necesarias, te ha inspirado y te ha abierto las conexiones que activaban tus propios recursos, que en definitiva es lo que hace un buen terapeuta. En algunos casos es suficiente, sobretodo si van acompañados de algún otro hecho vital que te ayuda a darte cuenta de algo fundamental, y es: ¿qué buscas en el tabaco?

Encontrar la razón profunda de tu insatisfacción y buscar alternativas saludables, sería otro objetivo de una acompañamiento profesional efectivo para dejar de fumar. Cuando por fin descubres por qué fumas y encuentras la alternativa para conseguir lo que necesitas, dejar de fumar es muy fácil, parece como si: “el tabaco te dejara a ti” y dándote cuenta de lo que sustituías con el tabaco, no necesitarás encontrar otros sustitutos como la comida o crear otras dependencias.

¿Por qué pienso tanto en dejarlo y no acabo de hacerlo?

En no hacer realidad tu propósito también tienen un papel protagonista las creencias, pero hay otro elemento a tener en cuenta: El miedo.

Lo mas común es tener miedo a lo que no conocemos. Realmente no sabes cómo es dejar de fumar en este momento de tu vida, no sabes lo que vas a sentir ni cuán fácil o difícil es. No puedes usar experiencias anteriores en que hayas dejado de fumar para saber cómo será esta vez y mucho menos las experiencias de los demás.

Ahora, este momento, es diferente a cualquier otro, tienes una situación diferente y solo el hecho de haber llegado casi al final de este artículo te ha ayudado a entender el hábito de fumar de otra manera. Así que ¿cómo puedes saber qué sentirás esta vez? Reconoce que no lo sabes.

Hay otro miedo que vale la pena sacar a la luz: El miedo al fracaso y aquí te invito a que entiendas que es un miedo anticipatorio tan irreal como el de lo desconocido. Por otro lado te recomiendo que releas la respuesta a la pregunta: ¿Soy capaz de dejarlo?

Propuestas de preparación:

Te propongo una serie de sencillas acciones, a realizar antes de dejar de fumar, que te prepararán para que puedas tomar la decisión de forma consciente y, sobretodo, te ayudarán a dejarlo de forma natural, fácil y definitiva.

  • Observa qué piensas y sientes cada vez que enciendes un cigarro. Lo ideal sería que pudieras llegar a saber por qué lo has encendido

  • Escribe frases de por qué crees que no has dejado de fumar hasta ahora y reescríbelas en positivo.

  • Haz una lista de razones para dejar de fumar y escribe la principal, la que más te conmueve y cuélgala en un lugar visible.

  • Decide cómo y cuándo quieres dejar de fumar. Tienes algunas propuestas en el siguiente artículo.

Si quieres profundizar y comportir con otros fumadores este u otros ejercícios, lo puedes hacer asistiendo a talleres teórico/practicos en Barcelona.

Consulta fechas en: agenda.

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Inma Manzano

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